02 Ruta Plata (Alcalá de Guadaira-Real de la Jara)

2ª Etapa. Alcalá de Guadaira-Real de la Jara
Distancia: 100 Km
Desnivel: 1408 m
Tiempo pedaleo: 6h 43min
Hora Salida: 8.00h
Hora Llegada: 18h 30min
Velocidad media: 14,8 Km/h



Como no encontré albergue he dormido de lujo en un hotel, con todas las comodidades que ello conlleva. Después de desayunar algo de lo que compré ayer por la tarde, para las 8 de la mañana estoy en marcha. Al subirme a la bici no noto excesivo cansancio para la cantidad de kilómetros que hice ayer, pero como el día será largo, y los que vienen también, iré con precaución.
Alcalá de Guadaira. Castillo

Salgo de Alcalá de Guadaira en dirección al puente del dragón pero antes de cruzarlo bajamos hasta la rivera del río Guadaira por donde discurre un parque que ya está concurrido de paseantes. Si echamos la vista atrás antes de bajar a la orilla del río tenemos una bonita panorámica del castillo de de Alcalá.

El camino es muy cómodo y, a la vez que sirve para ir entrando en calor, enseguida nos lleva hasta las inmediaciones de Sevilla. Claro que entrar en una gran ciudad ya es más caótico y nos hace circular con mucha precaución. Es la segunda vez que estoy en Sevilla y la verdad que no guardo muchos recuerdos de la primera visita así que estoy ansioso por descubrir su famosa majestuosidad.
Tras pasar junto al estadio del Sevilla FC lo primero que encuentro es la bonita Plaza de España enclavada en el Parque de Maria Luisa.
Sevilla. Plaza de España

Poco más adelante llegamos hasta la orilla del Guadalquivir y enseguida sobresale la figura majestuosa de la Torre del Oro.
Sevilla. Torre del Oro

Al ir en busca de la catedral paso junto a la plaza de toros de La Maestranza. Aunque es cierto que sobre el terreno pensé que era una plaza de toros menor ya que no me dio la sensación de ser tan grande. No es que el día estuviera nublado, es que se me debió empañar la carcasa de protección de la cámara y no me di cuenta, por eso la calidad de las fotos dejan tanto que desear.
Sevilla. Plaza de toros de La Maestranza

Y callejeando llego a la monumental Catedral de Sevilla.
Sevilla. Catedral y Giralda

Tras las murallas que se encuentran junto a la Catedral se encuentra el Real Alcazar de Sevilla.
Sevilla. Real Alcazar

Dejo atrás la zona monumental de Sevilla para volver a la vera del Guadalquivir e ir buscando la salida de la ciudad a través del pintoresco barrio de Triana.
Sevilla desde el Puente de Triana

Enseguida llegamos a Camas, de donde se sale siguiendo un camino que da la sensación de ser una vía verde y que debemos abandonar a la altura del polígono industrial para, ya por carretera, alcanzar Santiponce. 
A la salida de Santiponce se encuentran los restos de la villa romana de Italica, primera ciudad romana fundada fuera de territorio Italiano. La entrada es gratuita y bien merece la pena un alto en el camino. Hay que tener en cuenta que el teatro romano se encuentra fuera del recinto sin terminar de salir de Santiponce así que si se quiere visitar hay que estar atentos y buscarlo.
Santiponce. Villa Romana de Itálica

Tras dejar atrás Santiponce entramos en un bonito recorrido atravesando la campiña por un largo camino en línea recta en dirección a Guillena.

Un poco antes de llegar a Guillena, recorriendo un cómodo camino, nos encontramos con el Arroyo Galapagar que nos obliga a desmontar de la bici, abandonar el cómo camino y vadear el arroyo por un paso un poco complicado. Hay que estar atentos en este punto porque la inercia nos lleva a continuar por el camino y pasarnos el desvío.
Paso del Arroyo Galapagar

Y enseguida, atravesando campos de olivos, llegamos finalmente a Guillena.
Guillena

Abandonamos Guillena cruzando el cauce seco del río Rivera de Huelva para seguir un bonito camino rural donde en un principio predominan los olivos hasta que los cultivos desaparecen y nos introducimos en un entorno típico de dehesa.



Desde que se sale de Guillena el camino va picando hacia arriba en ligero ascenso, no excesivamente duro pero si cansino. Aunque el entorno es muy bonito y hace muy llevadero el avance.
Tras alguno más de 10 km enlazamos con la carretera A-8013 que nos lleva hasta Castilloblanco de los Arroyos, donde pararé a tomar un refrigerio.
Tras Castilloblanco nos esperan 15 km de asfalto y que contrariamente a lo que cabría de suponer va a ser el tramo en el que más voy a sufrir del día. Cierto es que la carretera es en ascenso pero no se si es la hora, el calor o una pequeña pájara pero siento apenas avanzo y el tramo se me hace interminable. Empiezo a pensar que igual la kilometrada de ayer me va a pasar factura y el día se me va a hacer muy largo.
Además la carretera es de lo más monótona. Parece mentira que en un entorno tan rural no haya caminos por los que circular y nos veamos obligados a hacerlo por asfalto pero por lo que veo, la razón es que se trata de enormes cortijos, lo cual por estas tierras será algo normal pero a mi me produce cierta tristeza no poder disfrutar del monte por ser privado.
Uno de los grandes cortijos

Además compruebo que la mayor parte de estos cortijos están dedicados a la cría de reses bravas por lo que aún existiendo algún camino interior creo que no seríamos partidarios de seguirlo. Con el paso de los días llegará a la conclusión (mera suposición mía no contrastada) de que las fincas que están aradas en su perímetro se dedican al ganado bravo y las que no lo están lo hacen al ganado de carne. Entiendo que el ganado no entra en el terreno arado y con ello se evita que se acerquen al débil vallado que los retiene.
Tras un gran esfuerzo y la sensación de haber subido por lo menos el Tourmalet alcanzo un camino que me desvía del asfalto y me introduce en una de las zonas más espectaculares de esta aventura. Entramos en el Parque Natural de los Berrocales.
Parque Natural de los Berrocales

La entrada en el parque coincide con un tramo en descenso que me ayuda a tomarme un respiro y recuperar fuerzas. Además el entorno es espectacular y hace muy llevadero el pasaje.
Parque Natural de los Berrocales
Cuanto más me adentro en el Parque más disfruto del paisaje y mejor me voy encontrando sobre la bici. El entorno es totalmente solitario ya que durante muchos kilómetros no encuentro un alma en el camino ni rastro de civilización lo cual me hace disfrutar mucho más del recorrido, aunque por otro lado me hace ser consciente de que ante cualquier percance me encuentro totalmente aislado.
Parque Natural de los Berrocales
Llevo muchos kilómetros esperando encontrarme la temida subida al alto del calvario.
El alto del Calvario al fondo
La verdad que el Calvario hace honor a su nombre y a los 10 metros de comenzar a subirlo me tengo que bajar de la bici y arrastrar la bici hasta la cima. A penas son 500 metros pero con la pendiente que tiene y con la bici y las alforjas arrastras cuesta horrores subirlo.
Subida al alto del Calvario desde la cima
Tras la pedregosa y peligrosa bajada se alcanza Almadén de la Plata donde hago una breve parada para reponer líquido.
Almadén de la Plata
Son poco más de las 5 de la tarde cuando salgo de Almadén para recorrer los últimos 16 kilómetros de la etapa hasta llegar a El Real de la Jara. Aunque cansado ya el camino es muy entretenido por el entorno por el que se circula y avanzo alegremente.


El recorrido discurre por bonito El Camino Viejo de Almadén o de Los Bonales. Sobre las seis y media de la tarde alcanzo El Real de la Jara, donde no tarde mucho en encontrar albergue ya que se localiza en una de las primeras casas del pueblo. Hoy seré el único peregrino en hacer noche en este albergue. 
El Real de la Jara. Castillo Medieval
Después de una reconfortante ducha salgo a conocer el pueblo y aprovecho para subir al Castillo Medieval, recientemente restaurado y con entrada libre.
El Real de la Jara. Castillo Medieval

Desde el alto del Castillo Medieval, al que se sube no sin esfuerzo después de tanto kilómetro sobre la bici, se puede observar el Castillo de las Torres a apenas un kilómetro de distancia. Y es que aquí se encontraba la frontera entre los Musulmanes y los Cristianos

No hay comentarios:

Publicar un comentario