04 Comillas-Ribadesella

Etapa 4: Comillas-Ribadesella
Distancia: 86 Km
Hora inicio: 8.00 h
Hora final: 16.30 h
Velocidad media: 13,4 Km/h
Desnivel acumulado: 1.525 m
Tiempo sobre la bici: 6h 23min
Mapa y Perfil de la Etapa 4: Comillas-Ribadesella

El día amanece fresco pero despejado. Ayer hizo un día estupendo aunque me quemé los brazos por no parar a darme crema, esperemos que hoy el tiempo sea igual de bueno. Por si acaso iré con camisa de manga larga y tendré la crema al alcance.
Me cuesta empezar a pedalear porque estoy un poco cansado pero tampoco me siento tan mal para las palizas que me estoy dando. Tocaremos madera para que el cuerpo me aguante lo que todavía me queda por delante.  
Salgo de Comillas por asfalto tranquilamente por la zona de la Universidad donde ya hay gente paseando y haciendo deporte a las 8 de la mañana. Enseguida cruzo la ría de la Rabia camino de San Vicente de la Barquera. Nada más cruzar la ría dejo la carretera y tomo un camino hacia el interior que me llevará por los pueblos de Santana, El Tejo y La Revilla, aunque para ello he de superar dos puertos. He visto que algunos toman la alternativa costera por las playas de Oyambre y de Merón que después de haber hecho la ruta oficial creo que será más cómoda y bonita.
San Vicente de la Barquera
San Vicente de la Barquera
San Vicente de la Barquera. Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles
Llego a la entrada a San Vicente de la Barquera junto a la playa de la Maza y hay que atravesar el largo puente de la Maza sobre la ría para dirigirse a la bonita villa y continuar el Camino. Sin embargo, la ruta no llega a entrar totalmente en San Vicente sino que lo deja de lado y coge un camino en fuerte subida que nos lleva a la Acebosa por un terreno rompepiernas. A la salida de La Acebosa también nos vamos a encontrar un tramo muy exigente a superar. Por carretera llegamos a la majestuosa Torre de Estrada, que está en rehabilitación.
Torre de Estrada
Alternando Caminos en más o menos buen estado, carreteras comarcales y bonitos parajes, se llega a Pesués, donde debemos cruzar el río Nansa. Después, ya por carretera llegamos enseguida a Unquera, última localidad de Cantabria, y como no soy muy pastelero, no degusto sus famosas corbatas. 
Unquera. Puente sobre el río Deva
Unquera
Tras pasar el puente sobre el río Deva, que hace de muga, abandonamos Cantabria, cuyo recorrido ha sido muy benévolo conmigo, y entramos en Asturias que a priori debería volver a ser un infierno como lo fue el País Vasco. 
Frontera Cantabria-Asturias

Tras cruzar la ría, Asturias nos recibe con un buen repecho hasta Colombres, la Cuesta del Canto, para que nos vayamos haciendo una idea de lo que va a ser nuestro paso por estas tierras. Tras Colombres, pueblo con numerosos edificios indianos, un bonito sendero nos lleva en busca nuevamente de la carretera N-634 que nos acercará hasta la Franca, donde volvemos a abandonar brevemente la nacional para adentrarnos en un bonito camino que nos lleva en bajada hasta toparnos con un viaducto de la autovía, y después tendremos que superar una fuerte rampa para volver a la carretera. 
En Buelna dejamos la nacional y entramos en un recorrido que tenía muchas ganas de atravesar por todo lo que había leído de otros bicigrinos, el sendero GR-9. El recorrido es verdaderamente bonito pero lo que si me sorprendió fue que me resultó más duro de lo que la gente comentaba. No es que presente ninguna dificultad especial sino que es muy rompepiernas y quizás porque iba con la idea que me iba a encontrar con un placentero paseo, el hecho de tener que esforzarme en este tramo no entraba en mis planes. No obstante, es un placer recorrer tramos como este junto a la costa rodeados de tanta naturaleza. 
Playa de Buelna

Lo primero que me encuentro por el sendero es la coqueta playa de Buelna. Es una pena que la climatología se haya ido estropeando al avanzar el día y ahora esté totalmente gris porque llegar a estos bonitos lugares en días despejados tiene que dar unas panorámicas realmente espectaculares. Y además, con calorcito incluso hubiera apetecido bajar a la playa y meter los pies en el agua. 
Costa de Pendueles

La senda va recorriendo la costa, acercándose y alejándose del mar y pasando algún pequeño núcleo urbano como Pendueles hasta que se llega a los Bufones de Arenillas. El día estaba gris pero el mar estaba tranquilo por lo que no pude apreciar totalmente la magia de este lugar.
Bofones de las Arenillas

Más adelante, el Camino nos lleva a cruzar el cristalino río Purón por un bonito puente de madera.
Puente sobre el río Purón

Nos vamos acercando a LLanes pero antes todavía me espera una sorpresa, la subida a la Sierra de Cué. Cuando uno ya se ve en Llanes degustando algún plato caliente aparece un camino que rodea un campo de golf que tiene unas cuestas durísimas. La alternativa fácil hubiera sido continuar por la carretera hasta Llanes y seguramente uno se ahorra la hora que cuesta superar este tramo, además del calentón que supone subir semejantes repechos. Pero como uno prefiere ser fiel al Camino aunque le toque arrastrar la bici, opto por subir a ver golf y poder apreciar las vistas desde las alturas. Después de una bonita bajada llegamos a la villa costera de Llanes donde hago una parada para reponer fuerzas y me como un menú en toda regla. No si antes dar una vuelta por la bonita villa que está atestada de gente. 
Llanes. Playa del Sablón

Llanes
Tras la opulenta comida cuesta ponerse en marcha por lo que lo hago de manera tranquila. Se recorren cómodos y bonitos caminos rurales y algún pequeño tramo de carretera local antes de llegar a la bonita playa de Celorio. Lástima que con el día tan nublado la panorámica pierde algo de encanto. 
Playa de Celorio
Tras este bonito tramo cerca de la costa el Camino, ahora por una pequeña carretera local, nos lleva a Barro y posteriormente junto a la curiosa iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, que surge como una isla que parece que va a ser tragada por la marea, en la ensenada de Niembro.
Nuestra Señora de los Dolores
Como viene siendo costumbre en este Camino por la Costa, raramente vamos a encontrarnos un paseo costero por lo que tras encontrarnos a nivel del mar nos enfrentaremos a una subida para proseguir la marcha. En esta ocasión, un puerto de 3 Km, por bonitos senderos, para después afrontar un trepidante descenso que nos lleva al Monasterio de San Antolín, junto a la impresionante playa del mismo nombre.
Monasterio de San Antolín
Dejando atrás la costa llegamos cómodamente por asfalto a Naves, que cuenta con una iglesia también dedicada a San Antolín, y donde han acabado diversas partes del anterior Monasterio. Tras Villahormes dejamos el asfalto y continuamos por pista, aunque será por poco tiempo ya que enseguida el camino vuelve a estar asfaltado, aunque sin tráfico. Nuevamente nos vamos a encontrar con un tramo duro, aunque el terreno va a ser rompepiernas hasta que lleguemos a Ribadesella. 

Recuerdo especialmente la corta aunque exigente subida al Santuario de San Pedro atravesando un prado. Y no sólo por lo bonito del entorno sino porque el prado está rodeado de un pastor eléctrico que si lo tocas no hace precisamente cosquillas, como pude comprobar. Menos mal que una familia peregrina además de animarme a superar el duro repecho, me ayudaron a pasar la bici con todos sus bártulos por encima de la valla electrificada.
Santuario de San Pedro

Superado este último escollo enseguida se llega a Ribadesella donde a pesar de ser todavía pronto decido hacer parada y fonda. Además de que es un lugar que me gusta quiero aprovechar e ir al masajista para recuperar piernas. 
Ribadesella es una villa separada en dos por el río Sella, por un lado la parte histórica y por otro la zona más residencial donde se encuentra la bonita playa y el albergue. El albergue de Ribadesella no es únicamente para peregrinos por lo que además de tener un precio más elevado hace que esté bastante ocupado.
Playa de Ribadesella
Ribadesella. Rivera del río Sella








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