05 Ulzama-Leurza-Orgi 45 Km

Alkotz
El primero de los pasos por el arroyo
Parece que sigo gafado con las rutas que hago saliendo fuera de Estella. Y es que en Urbasa rompí el cambio, en Irati el frio nos impidió terminar la ruta, en Viana pinché y la cámara de repuesto estaba también pinchada y por último en esta ruta, mi compañero de fatigas, Diego, se cayó, se le salió el hombro y abandonamos el primer intento. Dos días después volví, esta vez en solitario, y conseguí hacer la ruta completa así que esta ruta va dedicada a Diego que dejó el hombro, y las gafas, en el intento. Ruta que partiendo de Alkotz, durante 45 Km y más de 1.000 m de desnivel positivo, recorre la Ulzama, llega hasta los Embalses de Leurza y nos lleva por el Robledal de Orgi. Tres de los lugares de interés en Navarra elegidos.
La Ulzama es un regalo para los sentidos, con sus verdes campos, espectaculares bosques y preciosos pueblos que deleitan la vista con sus bonitos caserones balconados bellamente adornados con flores de temporada. Bien merece la pena perderse en este espectacular valle en bici, andando o aunque sea en coche puesto que cada rincón de la Ulzama esconde una belleza exultante.
Desde el centro de Alkotz vamos dirección Arraitz y sin llegar a salir del pueblo cogemos el camino en muy buen estado que nos lleva hacia el monte. El camino bueno se acaba cuando llegamos a la altura del riachuelo que tendremos que cruzar en cinco ocasiones, si la memoria no me falla, siguiendo nuestro camino. Cuando dejamos el arroyo el sendero se complica puesto que se cierra y se empina considerablemente. Al llegar al cobijo de las hayas el camino se abre sobre un manto de hojas secas. Hacia el kilómetro 6 conectamos con un camino en muy buen estado y que además nos da un respiro durante un poco más de kilometro y medio. Dejamos este camino por nuestra izquierda, en un giro brusco, para retomar nuevamente el ascenso, y esta vez todavía con tramos más duros que incluso llegan al 25% de desnivel. No obstante, para nuestra fortuna la subida alterna las fuertes subidas con tramos de descanso que nos permiten coger un poco de aire. 
Además de para coger aire, estos momentos de respiro también se aprovechan para poder admirar el paisaje que tiene algunos tramos de gargantas espectaculares. 
Con no poco esfuerzo se llega a la cima donde el paisaje cambia completamente puesto que que pasamos del bosque cerrado al verde raso donde pace libremente el ganado.
No obstante el sacrificio habrá merecido la pena puesto que las vistas que tenemos desde el raso de las distintas vertientes son espectaculares. La verdad que apetece pararse un rato, tumbarse sobre el verde prado y dormitar admirando el hermoso panorama que nos rodea.
Ahora se nos presenta un bonito paseo por la cresta del monte divisando el entorno a la vez que descansando un poco ya que el terreno es completamente favorable.
Después de algún que otro sube y baja abandonamos el raso y emprendemos un frenético descenso. No obstante tenemos que ir con precaución o nos pasaremos el desvío a la izquierda que deberemos coger. Aquí pasaremos del cómodo camino por el que bajábamos a una senda, bastante embarrada, marcada son las señale de GR (Gran Recorrido). Durante este tramo de senda, de aproximadamente 2 km, mi recomendación es mantener la prudencia puesto que encontraremos tramos con mucho barro y alguna bajada bastante técnica, por la considerable pendiente y sobre todo por lo pedregoso del camino. Aquí fue donde Diego sufrió el percance y se le salió el hombro que nos hizo abandonar en el primer intento.
Pasado este tramo complicado llegamos a otro amplio camino, hormigonado en gran parte, que seguiremos a la derecha para que nos lleve hasta los Embalses de Leurza. Se trata de dos bonitos embalses de montaña construidos en 1920. La ubicación de los embalses en una cuenca cerrada cubierta de hayedos confiere al lugar una magia especial.
El camino desemboca en el embalse inferior que cruzamos por la presa. Al cambiar de orilla subimos hacia el embalse superior por el camino que los bordea y pasando junto a un bonito merendero, muy bien preparado para barbacoas domingueras. Recorremos ambos embalses y al llegar al final del superior tomaremos el camino ascendente que se nos presenta a nuestra derecha. 
Embalse inferior de Leurza
Ahora tenemos ante nosotros unos 2 km de continuo ascenso. No obstante, éste no es tan duro como el que hemos hecho al comienzo ya que es más tendido aunque después de lo que ya llevamos en las piernas se nos puede atragantar. Esta vez no llegamos a tanta altitud como en la primera ascensión y no abandonaremos el hayedo ni siquiera en la zona más alta. Todo lo que sube tiene que bajar así que ahora llega la parte más cómoda de la ruta. Además, ya no se nos presentarán rampas importantes en lo que queda de jornada. La primera parte de la bajada es para tomársela con tranquilidad ya que nos encontraremos con algún tramo muy trialero y con mucha pendiente que nos puede provocar algún susto innecesario. De todas formas, la bajada más complicada es la que hemos hecho previamente en la senda del camino marcado como GR, donde mi compañero Diego dio voltereta.
Luego tenemos un buen rato de descanso ya que la bajada es fácil, cómoda y por un camino en perfectas condiciones. El descanso termina al girar a la izquierda que nos va a llevar a la última rampa del día, aunque nada en comparación con lo que ya hemos pasado ya que se trata de una suave  y corto ascenso.
Enseguida llegamos a la civilización y tras un pequeño tramo de carretera y pasar por el bonito pueblo de Lizaso nos adentramos en el Bosque de Orgi. Aquí encontraremos los últimos vestigios de los robledales húmedos milenarios de Navarra de gran interés ecológico y mucha belleza. 
Lizaso
Después de recorrer el contorno del Bosque de Orgi, el regreso a nuestro punto de partida en Alkotz lo hacemos por carretera pasando por los pueblos de Gerendiain, Zenotz y Iraitzoz. 



Bosque de Orgi




Mapa y perfil de la ruta por la Ulzama

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