12 Selva del Irati 68 Km

En esta serie de rutas por los lugares más emblemáticos de Navarra no podía faltar una escapada por la espectacular Selva del Irati. Aquí hay varios itinerarios ya marcados para el disfrute de la btt y yo he seleccionado uno, aunque bien merecería la pena hacer más de uno. 
Aprovechando una semana de vacaciones a finales de Noviembre nos fuimos dos amigos a recorrer la Selva del Irati con nuestras BTTs. Salimos de Estella sobre las 8 de la mañana para llegar 2 horas más tarde al parking de Casas de Irati junto a la Ermita de la Virgen de las Nieves. Poco después de pasar Ochagavía nos sorprendió cruzarnos con un quitanieves. Luego, comiendo, y muy bien por cierto en el Hostal-Restaurante Orialde, nos comentaron que el día anterior hubiera sido imposible acceder al Irati por la nevada caída.

Lo primero que hicimos al llegar fue almorzar un buen bocata de Jamón que nos supo divinamente. La mañana estaba soleada pero al salir del coche comprobamos que la temperatura que marcaba, 1º C, era correcta a pesar del día tan brillante que hacía.

Eran ya cerca de las 11 cuando salíamos en busca de la Cascada del Cubo en dirección a Francia. El camino transcurre en constante subida pero se hace muy cómodo por el buen estado del mismo hasta que llegamos a un punto que además de encontramos con unas rampas con cerca de 30% de desnivel el camino se transforma en tierra y en esta época se hace impracticable incluso andando. 
Pasado este tramo el camino vuelve a ser muy cómodo y con unas vistas impresionantes. Aunque enseguida comienza una dura subida de 3 km que nos dejará con la lengua fuera. Cuando llegamos arriba nos despistamos y cogeremos otro camino, en muy mal estado, que nos hace dar vueltas de más y sufrir varias caídas sin consecuencias. Pasamos por una zona todavía con nieve donde una rama escondida me hace dar una espectacular voltereta. Tras unas idas y venidas encontramos por fin el camino de bajada hasta la vera del río. Eso sí, la bajada será complicada ya que el camino presenta zonas de losetas de piedras que son como una pista de patinaje. 

Una vez bajamos hasta el río encontramos nuevamente el camino, ya en perfecto estado, que nos lleva hasta el embalse de Koixta que apenas contenía agua. Si algo tiene protagonismo en la Selva del Irati además de la vegetación es el agua. Cada pocos metros nos encontramos con fuentes, cascadas, arroyos o propiamente ríos que marcan las preciosas estampas del Irati. 

Pasado Koixta tenemos ante nosotros prácticamente 6 km de ascensión relativamente cómoda ya que tampoco presenta desniveles de elevada dificultad. Finalmente llegamos a la carretera NA-2012 que baja hasta nuestro punto de inicio, las Casas de Irati. Nuestra intención era haber continuado la ruta desde el alto hasta dar la vuelta al Embalse de Irabia pero ya estábamos muy mojados, con frío y ya era tarde así que decidimos terminar directamente. Acortamos la bajada por la carretera tomando algún atajo pero la humedad, las hojas, las ramas y las piedras hacían muy difícil mantener el equilibrio así que desistimos de hacer la bajada íntegramente por sendero. No obstante, a pesar de la dificultad, el entorno, con la alfombra de hojas del hayedo. era espectacular.

No llegamos siquiera a hacer 30 Km, de los 68 Km que teníamos previsto, y sin embargo nos costó más de 3 horas hacer esta ruta lo que da una idea de las dificultades que encontramos para circular en algunos tramos, además de las confusiones que tuvimos con la orientación.
Mapa y Perfil de la ruta por la Selva del Irati
Track Ruta Selva del Irati 68 Km

03 Urbasa 52 Km

Muy bonita ruta, y también dura, de 52 Km recorriendo la Reserva Natural de la Sierra de Urbasa. A destacar, entre los lugares que se visitan, el Balcón de Pilatos desde el que tendremos unas impresionantes vistas del Nacedero del Urederra, la Calzada de Zaldibe, las Ermitas de San Adrián y Santa Marina y la Cueva de los Cristinos. 
Balcón de Pilatos sobre el Nacedero del Urederra
En realidad la ruta empieza el día anterior, no porque comience con la preparación sino porque intenté hacerla y se me partió el cambio y la cadena, quedándome tirado en las cercanías de Lizarraga. Aunque ambos días amaneció con niebla, el primero se disipó pero el segundo, el día que la hice completa, la niebla además de ser más intensa no levantó en todo el recorrido. Estamos a finales de Noviembre con una temperatura de 8º C y con la niebla la sensación térmica es todavía peor. 
El comienzo de la ruta está marcado en el parking del Balcón de Pilatos donde tomaremos un camino de hormigón en ligero ascenso que bordea todo el Balcón de Pilatos. Sin llegar al primer kilómetro nos desviamos por el camino a nuestra izquierda en dirección a Otsaportillo. Enseguida vamos a comenzar una dura ascensión, tanto por la pendiente como por lo pedregoso del camino, especialmente al atravesar el Raso de Bardoitza. 
Prácticamente en el momento que hacemos cumbre el paisaje cambia totalmente y entramos en un precioso y denso Hayedo que en esta época del año (Otoño) dejaba un manto de hojas que hace difícil intuir el camino a seguir. Este tramo de la ruta es predominantemente en descenso pero el camino es bastante técnico por la cantidad de piedras de gran tamaño que presenta. Además, todavía se hace más complicado el tránsito en Otoño porque las hojas caídas del hayedo no permiten ver lo que nos vamos a encontrar al circular. Como contrapartida, nos encontraremos uno de los parajes más bonitos de toda Urbasa. Con todo, en hora y media a penas he recorrido los primeros 16 km de la ruta.
Calzada de Zalbide
Cuando nos encontramos en las cercanías de Lizarraga la ruta se encuentra con la parte final de la Cañada Real Tauste-Urbasa-Andía. Además, este tramo de la Cañada es de una extraordinaria belleza al tratarse de la Calzada de Zalbide de origen romano muy probablemente. En este momento, cogeremos el camino, ya en muy buen estado, que va desde Lizarraga hasta Urbasa. Merece la pena desviarse ligeramente del camino para observar las vistas que hay desde la Ermita de San Adrián de Lizarraga. Yo tuve la mala suerte de encontrarme un día con niebla baja por lo que no visité San Adrián ni tampoco cogí el camino que llevaba a Santa Marina.
Cueva de los Cristinos
A la altura del Raso de Eskiza el camino se convierte en asfalto hasta llegar a la carretera NA-718 en las cercanías del Camping. Seguiremos la carretera dirección a las Amescoas durante algo menos de 3 Km para coger un camino a la derecha que se adentra en el Monte Limitaciones. Después de recorrer algo más de 2 Km y tras pasar una zona con varias bordas abandonamos este buen camino para tomar uno muy poco marcado. Este tramo también es de especial belleza hasta cruzar un muro de piedra donde tomaremos el camino hasta cruzar la carretera de las limitaciones y coger el camino del Puerto de Larraona en dirección a la Cueva de los Cristinos después de abandonar el camino del Puerto. Tras visitar la Cueva retomaremos la marcha hasta dar nuevamente con la carretera de las limitaciones y volver al punto de partida.



Reflexiones a posteriori

Una vez digerido el Camino es hora de hacer una serie de reflexiones para intentar ayudar a quien venga detrás a evitar cometer los mismos errores.
1º Mi Camino fue muy sufrido y creo que mi primer error fue de preparación por dos motivos. No pude hacer tantas salidas como me hubiera gustado y por lo tanto acumulé menos kilómetros de los deseados. El segundo motivo es que centré la preparación en las piernas y el mayor problema que encontré yo fue de culo. Creo que si realmente acabé con problemas de piernas fue porque ya no sabía que postura coger en la bicicleta lo que al final hace que cojas malas posturas y lo acabes pagando.
2º Tener en cuenta que con tantas horas que se pasan en la bici se agradece muchas veces ir de pie sobre la bici. Si sólo entrenas sentado y no entrenas esta postura acabarán doliéndote músculos que no tienes preparados.
3º Como decía anteriormente lo que más hay que cuidar y preparar es el culo y por ello bien merece la pena gastarse un dinero en un buen culote y un sillín cómodo. 
4º En mis entrenamientos hacía kilómetros con muy buenas medias. Lo que realmente hay que entrenar son horas de bici ya que el Camino no es para nada excesivamente complicado. Lo más difícil es aguantar tantas horas encima de la bici. Hay que tener en cuenta además que en el Camino no haces grandes medias porque muchas veces hay que ir esquivando peregrinos. A mi me parecía imposible hacer medias de menos de 15 Km/h y luego comprobé lo realmente difícil que es llegar a esa media.
5º La comida y la hidratación nos pueden jugar malas pasadas si no somos conscientes de lo importantes que son a lo largo de cada etapa. 
6º Acerté de pleno con la logística que llevé. No eché nada en falta ni me sobró nada así que mi recomendación es llevar lo mínimo necesario.
7º No se me hizo difícil andar con alforjas. Es más, yo diría que ni me di cuenta de que realmente las llevaba.
8º Bajo mi punto de vista la subida más dura es la de Mañeru. Es una subida de apenas 1 km pero realmente exigente. Es más, ni siquiera pude llegar a coronar sobre la bici. El resto de puertos se suben sin muchos problemas, sólo es cuestión de coger un ritmo cómodo. 
8º Recomiendo hacer el Camino todo por camino. Desconozco la subida a O'Cebreiro puesto que la hice por carretera pero mis compañeros que subieron por camino dijeron que merecía la pena.
9º No es ninguna locura hacer el Camino en 8 días si te mueven intereses deportivos o no tienes más vacaciones. Si lo que pretendes es hacer más turismo o integrarte más en el espíritu del Camino seguramente serían necesarios el doble de días.
10º No tengas prisa por llegar al destino, disfruta del recorrido. Sobre todo los primeros días te da la sensación de que no vas a tener horas en el día para hacer la etapa y vas más pendiente de llegar a tiempo que de disfrutar del recorrido. Vete tranquilo que de esta manera además irás mas descansado. Una buena manera de coger un ritmo tranquilo es ir observando el entorno para fotografiar todo lo que hay de interesante en el Camino, de esta manera iras más pendiente de ver que de llegar y además harás más paradas, disfrutarás más y seguro que vas más descansado. Lo más que puedes hacer es retrasar una hora tu llegada, que tampoco te va nada en ello.
11º Haz una planificación abierta donde puedas modificar el final de cada etapa en función de como te encuentres. Yo no reservé en ningún momento, ni siquiera el viaje de vuelta en tren. 
12º Yo no reservé el billete de tren y recomiendo hacerlo la noche previa cuando ya tienes más o menos asegurada tu llegada a Santiago. Si tienes que reservar en Santiago te puedes volver un poco loco como me pasó a mi y perder media tarde.
13º A pesar de que acabé tan cansado y sin ganas de repetir la aventura en aquel momento, he de reconocer que al poco de volver a casa recuperé el gusanillo de echarme nuevamente al Camino. Además, como todos los días hago parte del Camino en coche para ir a trabajar, paso una gran envidia de los bicigrinos que a diario veo circular por el Camino. De echo, ya estoy diseñándome el Camino del Norte. La cuestión ahora es cuando podré tener una semana de permiso para hacerlo...


08 Portomarín-Santiago

Sábado 10 de Mayo de 2014
8ª Etapa. Portomarín-Santiago de Compostela
Distancia: 91 Km
Desnivel: 1874 m
Tiempo pedaleo: 6h 35min
Hora Salida: 8h 05 min
Hora Llegada: 17h 15min
Velocidad media: 13,9 Km/h
Último día, última etapa y la incertidumbre de si los calambres no me dejarán a las puertas de Santiago sin poder llegar a la meta. 
Galicia. Cerca de Santiago
Galicia. Cerca de Santiago
Como de costumbre somos los últimos en abandonar el albergue. Empiezo con mucho miedo porque sé que tarde o temprano aparecerán nuevamente los calambres y toda precaución es poca. Sin embargo, conforme voy haciendo kilómetros me voy encontrando bien. El terreno nuevamente es muy rompepiernas pero de extraordinaria belleza lo cual yo creo que ayuda a avanzar. Pese a que nos vamos acercando a Santiago no notamos un aumento excesivo en la cantidad de peregrinos. También como los caminos son anchos y bien acondicionados ayuda a la circulación y que no nos molestemos unos y otros. Verdaderamente el Camino de Santiago en Galicia es un disfrute por los bosques de distintas vegetaciones que vamos atravesando, unos naturales y otros plantados por el hombre. Pese a ser un continuo sube y baja el día no se me está haciendo pesado sino que, aunque con prudencia, voy disfrutando de la marcha. 
Hacemos nuestra primera parada en Palas de Rei, cuando hemos recorrido 25 km, y es que ya hemos hecho hambre. En una pequeña terraza junto a la carretera hacemos acopio de unos huevos con jamón y patatas que, aunque todavía es temprano, entran de maravilla. 
Monte do Gozo
Continuamos la marcha y compruebo que me he agarrotado totalmente. El almuerzo me ha sentado de maravilla pero parar me ha sentado fatal. Aunque no noto excesivo dolor tardo un buen rato en coger buen ritmo y seguir disfrutando sobre la bici. Es por ello que, aunque venía pensando en ello desde Roncesvalles, yo decido no parar en Melide a comer pulpo. Los Jorges si que paran pero yo les digo que continuo y que en cuanto pare, que en algún momento tendré que parar, les mando un mensaje de donde estoy. 
Realmente el recorrido es típicamente Gallego alternándose los bosques, vaquerías y caseríos, con pequeños núcleos urbanos. Muy bonito todo ello.
Monte do Gozo
Así voy avanzando sin parar hasta que encuentro un bar-tienda a falta de aproximadamente 30 km para Santiago y decido hacer un alto en el camino para reponer fuerzas. A los 15 minutos llegan los Jorges que, aunque han parado a comerse un pulpo, llevan más ritmo que yo. Tomamos algo los tres juntos y seguimos. 
Voy disfrutando porque no voy mal, pero tampoco voy bien, así que enseguida me quedo rezagado.
Santiago de Compostela
Santiago de Compostela. Catedral
Todo va bien hasta que comienzo a encontrarme en las proximidades del Monte do Gozo cuando me encuentro unas rampas, ya por asfalto, en las que me exprimo porque entiendo que voy a hacer cumbre ya. Para mi sorpresa van pasando los kilómetros y no llego al Mote do Gozo y esas dos fuertes rampas me han dejado desfondado. Este tramo será lo peor del día ya que se me hace interminable. Cuando finalmente llego al Monte do Gozo me desilusiona. No sé por qué pero me esperaba algo más ya que ni siquiera me parece un monte. Me hubiera gustado ir hasta donde se encuentran las estatuas de los peregrinos pero hay una carrera de resistencia de BTT y preferimos no estorbar. Como además comienza a chispear cogemos la directa y nos vamos para Santiago. La entrada a Santiago se hace por la carretera, un poco feo, hasta que llegamos a las cercanías de la Plaza del Obradoiro. La estampa no puede ser más típica con una gaita sonando de fondo y una fina lluvia de manera que llegamos y la plaza está prácticamente desierta. Enseguida para de llover y la plaza comienza a tener su ajetreo habitual. 
Suele comentar la gente que cuando van llegando a Santiago les invade un deseo de no querer terminar el viaje pero a mi no me pasa. Lo único que pienso al llegar es en ver a mi familia a la que hace ya una semana que no he visto y poder abrazarles así que en mi caso, estoy deseoso de finalizar el viaje. 
Santiago de Compostela
También dicen que sin llegar a terminar ya estás pensando en volver a hacerlo cosa que tampoco pasa por mi cabeza en este momento. He disfrutado mucho pero también he sufrido mucho por lo que seguramente por esto último ahora no tengo ninguna gana de volver a hacer el Camino. Supongo que con el tiempo recuperaré el espíritu y recuperaré las ganas de volver a repetir la aventura. 
Simplemente la sensación que tengo es de vacío y ganas de volver a ver mis peques. 
Santiago de Compostela
Después de las fotos de rigor y un breve momento de reflexión en la plaza frente a la Catedral nos dirigimos a conseguir La Compostela. No es que me haga especial ilusión ya que no he realizado el Camino por motivos religiosos, ni místicos, simplemente deportivos, pero ya que estamos iremos a por ella no vaya a ser que luego nos arrepintamos de no haberlo hecho. 
Conseguida la Compostela me dirijo a la oficina cercana para empaquetar mi bici y luego a por el billete de tren. Hay oficina de Renfe allí mismo pero hoy está cerrada y como me comentan que quedan pocos billetes me acerco a la estación. Mientras los Jorges van a coger Albergue a las afueras.
Como se va haciendo tarde quedamos nuevamente en el centro para tomar una cerveza y cenar. 
Tras la cena viene realmente el momento triste ya que me tengo que despedir de ellos puesto que yo madrugaré y ya no coincidiremos. Fue un placer conocerles, acompañarles y me sirvieron de gran ayuda para finalizar mi camino por los ánimos que me trasladaron en todo momento, especialmente cuando peor estaba. 
Y aquí termina este emocionante Camino!! Satisfecho por haberlo podido terminar, cosa que he dudado hasta hace bien poco.
Mañana también madrugaré pero ya sin bici para volver en tren a Vitoria donde me recogerán para llevarme a casa.

07 Villafranca del Bierzo-Portomarín

Viernes 9 de Mayo de 2014
7ª Etapa. Villafranca del Bierzo-Portomarín
Distancia: 99 Km
Desnivel: 1978 m
Tiempo pedaleo: 7h 38min
Hora Salida: 8h 15 min
Hora Llegada: 19h 30min
Velocidad media: 12,9 Km/h
Amanece que no es poco!!! No lo he comentado anteriormente porque ya lo dice todo el mundo por la red, pero efectivamente los peregrinos tienen la sana costumbre de madrugar mucho y hacer todo el ruido posible y así es imposible dormir a partir de las 6 de la mañana si no antes. Sin embargo hoy, como nos alojaron en un cuarto para nosotros sólos hemos descansado y nos hemos despertado con nuestro despertador y no por el jaleo de los demás. 
La mañana vuelve a estar fresca pero lo que más me preocupa es mi cuadriceps derecho. Empezamos a pedalear saliendo de Villafranca y de momento las sensaciones son buenas y avanzamos a buen ritmo adelantando y saludando a los peregrinos con los que hemos compartido albergue. Vamos atravesando pueblos sin mucha más historia hasta que llegamos a las Herrerías. Hemos decidido subir O'Cebreiro por carretera ya que todo el mundo nos ha comentado que es imposible subirlo por el camino. En la primera rampa del puerto el cuadriceps me da el primer latigazo del día y me veo obligado a echar pie a tierra. Les digo a los Jorges que continúen y me comentan que me esperan en el primer bar tomando una cerveza. Me vuelvo a montar en la bici y trato de subir muy despacio sin forzar pero no consigo hacer 200m sin que el dolor me haga parar. Me invade una gran sensación de agobio ya que hacer 100m sobre la bici me suponen un esfuerzo titánico, y no porque me fallen las fuerzas sino porque no puedo soportar el dolor. Me fastidia no poder ir más deprisa, no sólo por mí, sino porque los Jorges se van a aburrir de esperar. Ahora si que estoy convencido de que hoy no voy a ir muy lejos. Intentaré subir O'Cebreiro aunque sea andando y luego hacer el descenso y así avanzar todo lo que pueda para, si mañana estoy recuperado, hacer un etapón e intentar llegar a Santiago. Así voy avanzando, 100m sobre la bici y otros 100m tirando de ella. Sí, 100m no son nada pero en estas condiciones para mi son un esfuerzo descomunal. Estoy tan obcecado que ni siquiera puedo disfrutar del paisaje. Sólo voy mirando la carretera buscando el final de está tortura que no llega nunca. Casi me equivoco en un cruce y voy para La Faba pero aquí coincido con otro bicigrino y, después de echar un vistazo al libro, continuamos los dos por el buen camino. Sigo algún kilómetro con mi nuevo compañero haciendo la goma, le pillo cuando me monto en la bici y me deja atrás cuando me bajo a empujar, hasta que él decide hacer un descanso y yo sigo para adelante como buenamente puedo. Para colmo, al llegar a La Laguna aparece una densa niebla que además de agobiarme más me está dejando helado. Después de ni sé el tiempo que me ha llevado el ascenso llego a O'Cebreiro pero tal como voy, helado, muerto y cabreado con el mundo no paro ni a sacar una triste foto. Voy mirando si veo a los Jorges o sus bicis en las terrazas de los bares pero imagino que con lo que me ha costado subir habrán continuado ruta. Seguro que me han mandado un wassap para decírmelo así que sigo y cuando vea el sol y se me quite el frío de encima ya lo miraré. Porque además ya sé que después de O'Cebreiro está el alto do Poio que me va a rematar. Efectivamente enseguida me encuentro otro tramo de cuesta arriba y sigo avanzando poco a poco, 100m sobre la bici y otros tantos a empujones. Para mi sorpresa, lo que acabo de subir no es el alto do Poio sino el alto de San Roque con lo que todavía me va a quedar otra subida por sufrir. No sabría decir si las subidas a O'Cebreiro, San Roque y Poio son duras o no porque mi sufrimiento venía por el dolor y no por las propias rampas. Supongo que, al menos por carretera, se puede subir sin mucho problema, sólo será cuestión de coger tu ritmo.
Monasterio de Samos
Todo lo que sube tiende a bajar así que ahora si que voy a poder ir sobre la bici durante un rato largo. Comienzo la bajada por carretera, que uno no está para hacer ningún tipo de exceso, pero enseguida veo a dos bicigrinos en el camino y con lo harto que estoy de chupar asfalto, me tiro por el camino. La verdad que es todo un acierto ya que el descenso es para disfrutarlo, muy bonito. Por primera vez en todo el día disfruto yendo sobre la bici, aunque también hay que decir que ahora no tengo que dar pedales hasta que llego a Triacastela. 
Monasterio de Samos
Aquí tampoco paro ya que tampoco veo a los Jorges y tiro para Samos. Creo que ya no coincidiré con los Jorges porque ellos no tenían previsto ir por Samos y yo dudo mucho que pueda ir mucho más lejos en el día de hoy. Ahora me va a tocar nuevamente darle a los pedales y seguro que sufrir. Sin embargo, debe ser que la trialera del descenso me ha puesto los músculos en su sitio pero voy dando pedales sin mayor problema... Veremos cuanto dura la alegría en la casa del pobre...
Monasterio de Samos
Monasterio de Samos
Este tramo, tanto previo a Samos como después, para mi es de lo más bonito de todo el Camino. No encuentro peregrinos y voy cubierto por vegetación en un entorno típicamente Gallego. Así, la llegada al Monasterio de Samos no sólo es espectacular sino que además tengo la suerte de poder ir disfrutándola. Cuando uno llega al Monasterio de Samos sólo puede quedarse con la boca abierta por la grandiosidad del propio Monasterio y por la belleza del entorno en el que se encuentra. Tengo muchas ganas de sentarme a tomar algo pero me llama mucho más contemplar el Monasterio por lo que lo recorro a su alrededor entrando en el Albergue para sellar también la credencial. No esperaba tanta belleza. Debería ser paso obligatorio del Camino de Santiago. No sé como será la ruta alternativa pero quién no pase por aquí no es consciente de lo que se llega a perder. Me siento a comer en la terraza de un bar frente al Monasterio. Compruebo que los Jorges habían parado a tomar una cerveza en La Faba. La Faba? Si no he pasado por ahí!!
Monasterio de Samos
Portomarín. Entrada
Cuando les estoy escribiendo para decirles que estoy comiendo en Samos los veo aparecer por el Camino. Como puede ser que vengan detrás? Supongo que sí que debían estar en algún otro pueblo parados y no los he visto. Mientras comemos nos contaremos nuestras batallitas... Resulta que ellos también se equivocaron y fueron a parar a La Faba, donde pararon a tomar una cerveza y a esperarme. Luego se percataron de que yo no iba a pasar por La Faba y siguieron, esta vez por camino para no tener que desandar hacia la carretera. Con todo, acabé llegando a O'Cebreiro yo antes que ellos que volvieron a parar a esperarme. Cuando llegó el chico que me acompañó parte de la subida y que dejé atrás, le preguntaron si me había visto y les dijo que iba por delante así que siguieron ruta y se metieron por Samos como yo les había recomendado. Y aquí estamos los tres, comiendo un poco pulpo y unos huevos con jamón y patatas que levantan un muerto, y felicitándonos por haber superado lo más complicado del Camino. 
De aquí al final de etapa el terreno es un continuo rompepiernas pero todo lo que tiene de duro lo tiene de bonito así que se disfruta más que se sufre. 
Los últimos kilómetros hasta llegar a Portomarín vuelven a aparecer los calambres por lo que nuevamente vuelvo a terminar el día echo polvo de dolor. 
Portomarín. Iglesia de San Juan
Ya en Portomarín cogemos un pequeño albergue (Albergue Ultreia) muy acogedor, nos damos una ducha y salimos a hacer un poco de turismo y cenar antes de irnos a descansar.
Aprovecho para llamar a casa y mi prima que ha estudiado INEF me dice que lo mejor para los calambres son los plátanos así que compro una buena ración de ellos tanto para hoy como para mañana. Los geles y los masajes no han dado sus efectos, veremos si los plátanos van mejor...

06 Astorga-Villafranca del Bierzo

Jueves 8 de Mayo de 2014
6ª Etapa. Astorga-Villafranca del Bierzo
Distancia: 80 Km
Desnivel: 1238 m
Tiempo pedaleo: 5h 59min
Hora Salida: 8h 00 min
Hora Llegada: 18h 10min
Velocidad media: 13,3 Km/h
Comienza un nuevo día, con una fresca mañana como viene siendo habitual y con la incertidumbre de lo que me aguantará el cuerpo hoy tras el sufrimiento del final de etapa de ayer. Hoy, al igual que al llegar ayer, hago una sesión de estiramiento para tratar de preparar las piernas y con la esperanza de que los dolores de ayer sean agua pasada.
Hoy tenemos por delante la subida a la Cruz de Hierro pero antes se nos presentan 20 Km de terreno en ligero ascenso preparatorios de lo que nos vendrá con el puerto. Salgo mientras los Jorges terminan de hacer los últimos estiramientos y preparar las máquinas y es que quiero salir tranquilo para ver si el cuadriceps se vuelve a resentir en las subidas o los calambres ya están superados. Paso por delante de la Catedral y el Palacio Espiscopal de Astorga sin pena ni gloria dubitativo porque no las tengo todas conmigo. Apenas 1 km después de la partida mis temores se hacen realidad y vuelvo a sentir el latigazo que me hace saltar de la bici de dolor. Vuelvo a retomar la marcha pero veo que no voy bien. Mientras sigo pedaleando despacio me voy planteando lo que debería hacer... volverme? Si me vuelvo no llegaré a Santiago porque ya me faltarían días así que decido continuar hasta donde el cuerpo aguante.
Enseguida me alcanzan los Jorges, les digo que no voy bien y que sigan sin esperarme porque no podré ir muy lejos. 
En estos momentos en los que siento la soledad se me mete en la cabeza una canción que me irá acompañando de aquí al final del Camino en cada uno de los momentos de sufrimiento. No sé si a todo el mundo le sucede pero yo cada vez que he hecho un viaje se me ha metido una canción en la cabeza que luego siempre que la he escuchado me ha recordado al viaje. En este caso, la canción en cuestión era "I hate everything about you" del grupo Three Days Grace. La canción es muy buena (para gustos los colores) pero no se como se me llegó a meter en la cabeza ya que no la tengo en mi discografía, supongo que la he tenido que oír en algún momento recientemente.
Cruz de Hierro. 
Voy concentrado en mi sufrimiento por lo que ni siquiera soy consciente de los pueblos que voy pasando. Eso sí, yo sigo yendo por el camino y es que aunque vaya jodido el asfalto, de momento, ni se toca. En el comienzo de lo que verdaderamente es el puerto veo a los Jorges esperándome en un merendero. Paro y me tomo unos geles con la esperanza de que sean los polvos mágicos que necesito para hacer esta etapa que cada vez veo más cuesta arriba y no precisamente por el puerto. 
Tras el descanso continuamos ruta adelantando a peregrinos con los que creo que acabaré haciendo la subida a pie. Conforme se va endureciendo el puerto me voy sintiendo mejor y, aunque el dolor no llega a desaparecer, puedo seguir el ritmo, aunque en la distancia. La verdad es que cuanto más se inclina la pendiente, peor se torna el camino por la cantidad de piedra suelta, pero más a gusto voy yo. Con todo, consigo hacer cumbre en la Cruz de Hierro sin apenas descolgarme de los Jorges. Me siento un hombre nuevo!! 
Manjarín
Parece que comienzan a despejar los negros nubarrones que se cernían sobre mi futuro en este Camino de Santiago. 
Y como es la subida a la Cruz de Hierro? Pues sin más, ni excesivamente larga ni excesivamente dura. Se puede subir sin problema incluso por camino.
Antes de comenzar realmente el descenso se pasa por el curioso albergue de Manjarín que bien merece una foto.
Decidimos hacer el descenso por carretera por la cantidad de peregrinos que nos encontramos al comenzar la bajada y que nos impiden ir tranquilamente. 
Montes de León
Los Jorges se lanzan al descenso a tumba abierta mientras yo bajo tranquilamente recuperando fuerzas y disfrutando del paisaje ya que el entorno de los Montes de León es precioso. Te invade una reconfortante sensación de paz mirar a tu alrededor y sólo observar naturaleza.
Que más se puede pedir? Una bajada interminable con la que descansar montado sobre la bici y un entorno espectacular para ir relajadamente disfrutando y olvidando las amarguras pasadas. 
A mitad de bajada nos detenemos en El Acebo de San Miguel para llenar nuestros estómagos con un gratificante y más que merecido almuerzo.
El Acebo
Nuevamente nos reencontramos con Jóse para continuar juntos hasta su final de etapa en Ponferrada.
Y una vez los cuatro juntos y saciada nuestra hambre y nuestra sed en El Acebo, proseguimos el rápido descenso que nos llevará durante otros 8 km de disfrute hasta el bello pueblo de Molinaseca.
Agradezco enormemente que la Cruz de Hierro se suba por la vertiente que se sube y no por la que se baja ya que la diferencia de dureza es brutal. Nos cruzamos con varios ciclistas durante el descenso que llevan marcada en la cara la dificultad de este puerto.
Molinaseca
Lo bueno siempre tiene fin, y en este caso el descanso sobre la bici sin tener que dar pedales termina en Molinaseca, donde los Jorges que nos han tomado ventaja nos están esperando sobre el puente romano. 
A pesar de la belleza de Molinaseca, al llegar se rompe la magia y nos topamos nuevamente con la civilización, aunque sigue dando la sensación de estar todavía en otra dimensión al atravesar su histórico puente de los peregrinos.
Me entretengo haciendo alguna foto en Molinaseca y se me escapan mis tres acompañantes con dirección a Ponferrada. 
Ponferrada. Puente sobre río Boeza
La entrada a Ponferrada es muy bonita, cruzando el puente de dimensiones respetables que permite salvar el río Boeza, pasando junto al Hospital de la Reina y llegando al Castillo de los Templarios. 
Justo delante del Castillo, con unas vistas impresionantes, me detengo en un bar ante la extrañeza de no haberme encontrado con mis tres compañeros para tratar de localizarlos. Pero sin terminar de hacer las pertinentes fotos del Castillo los veo llegar en dirección contraria al Camino. Luego me explicarán que se han despistando en un cruce y ha entrado en Ponferrada por carretera y no por el Camino.
Ponferrada. Castillo de los Templarios
Decidimos hacer un alto en el bar para deleitarnos con las vistas al Castillo a la vez que despedimos nuevamente a Jose que hace noche aquí.
Nos planteamos hacer una incursión al Castillo ya que parece estar sacado de un cuento, pero finalmente decidimos continuar ya que todavía nos quedan 25 Km para terminar la etapa.
Para continuar tenemos que atravesar Ponferrada y no hacemos más que ir admirando su Castillo por los cuatro costados y volviendo la vista atrás como no queriéndolo perder de vista definitivamente.
Ponferrada. Iglesia de San Andrés
Cacabelos. Lagar de vino
El posterior tramo se hace por caminos rompepiernas donde predominan los viñedos. Los caminos estén en buen estado pero los continuos sube y bajas me están matando y enseguida pierdo de vista a los Jorges. Aunque continuo a duras penas sin tener que bajarme de la bici, comienzo a sufrir nuevamente los pinchazos en el Cuadriceps. De aquí al final de etapa en Villafranca me espera una odisea de 20 Km de sufrimiento sobre la bici ya que no encuentro postura de lo que me duele el culo y no me puedo levantar de la bici porque todavía me duele más la pierna. Aprovecho las pocas bajadas cómodas que me encuentro para levantarme y estirar como buenamente puedo. 
A pesar de la ofuscación con la que transito, en las afueras de Cacabelos encuentro este singular Lagar de vino (siglo XVIII - XIX), artilugio utilizado para el prensado de la uva y obtención del mosto. No se ni como lo he visto de reojo al pasar por delante y es que voy como los burros mirando sólo para delante con la esperanza de no encontrarme ninguna subida más. 
Al continuar mi moral se va yendo abajo conforme los dolores se van haciendo más intensos, ya no por lo mal que voy sino por lo que todavía me espera por delante y los dos días de los que solamente dispongo para llegar a Santiago.  
Villafranca del Bierzo. Iglesia de Santiago
Paradójicamente, lo primero que me encuentro al llegar a Villafranca del Bierzo es la Iglesia de Santiago, donde únicamente el peregrino enfermo o lesionado que no pueda continuar, recibía antiguamente igualmente el jubileo (el perdón) igual como si llegara a Santiago de Compostela. Parece que no voy a ser el único que puede haber terminado aquí su peregrinación.
Villafranca del Biezo. Castillo
Por lo menos esta etapa la voy a terminar también. Los Jorges me han mandado un wassap para que encuentre el Albergue de San Nicolás el Real en el que están intentando reservar ya que todavía hay varios que están cerrados y está complicado conseguir cama. Resulta que este albergue también está de reformas y aunque no quedan plazas nos encuentran un hueco en lo que antiguamente debían ser los dormitorios de los estudiantes. Aun estando en obras el edificio muestra una enorme majestuosidad, especialmente su patio interior.
Villafranca del Bierzo. Albergue de San Nicolás el Real
Después de tanta penuria decido ir al masajista para intentar evitar que mañana vuelvan los calambres. Todo un lujo porque además es la propia masajista la que se desplaza al albergue así que mientras hacemos hora, nos vamos a hacer la compra para cenar en el propio albergue y a tomar unas merecidas cervezas.
Enseguida después de cenar nos acostamos porque, además que ya es hora, estamos todos rendidos.




Villafranca del Bierzo

05 Sahagún-Astorga

Miércoles 7 de Mayo de 2014
5ª Etapa. Sahagún - Astorga
Distancia: 105 Km
Desnivel: 848 m
Tiempo pedaleo: 6h 45min
Hora Salida: 8h 00min
Hora Llegada: 18h 30min
Velocidad media: 15,5 Km/h
Sahagún. Iglesia de San Juan
Como casi todas las mañanas, somos los últimos en dejar el albergue a eso de las 8 de la mañana. La verdad es hemos dormido bastante bien a pesar de que a todos nos costó coger el sueño porque en el albergue dejan un potente foco encendido toda la noche. 

Sahagún. Arco de San Benito
A la salida de Sahagún, delante del Arco de San Benito, una placa hace referencia a que nos encontramos a mitad de camino para llegar a Santiago, siempre que hayamos partido de Roncesvalles claro está.
Como todas las mañanas, ésta también se presenta fresca (sobre los 7ºC aprox.) por lo que salimos ataviados con ropa de abrigo que enseguida comienza a estorbarnos. Aunque yo, que debo ser el más friolero de los tres, aguanto con abrigo hasta bien entrada la mañana.
Hasta la entrada a León el Camino discurre por andaderos en paralelo a la carretera (que antiguamente era el propio Camino). Pese a que no hay mucha circulación y que por el andadero tenemos que ir esquivando peregrinos decidimos seguir por camino ya que le tenemos un poco de alergia al asfalto. 
León. Edificio Casa Botines (Gaudí)
La entrada a León es para mí, la parte más desagradable del viaje. Y digo desagradable porque además de fea, el tener que circular por avenidas con mucho tráfico se hace peligroso. Ni un triste carril bici para un lugar tan emblemático del Camino de Santiago cuando menos es chocante...
Poco antes de entrar el León nos reencontramos con Jose que aunque lo vamos dejando atrás en cada final de etapa como es mucho más madrugador que nosotros nos acaba cogiendo ventaja.
León. Catedral
Si la entrada a León era fea, el centro histórico es muy bonito, con unas edificaciones impresionantes. Apenas nos detendremos a sacar cuatro fotos y una pequeña parada en la Catedral para admirar sus proporciones, aunque no llegamos a entrar.
Es extraño, no nos encontramos con ningún bicigrino en todo el día y aquí vemos unos cuantos grupos de ellos... Debe ser que vamos todos al mismo ritmo y no nos llegamos a alcanzar.
León. Edificio de Correos y Telégrafos
En cuanto a ritmo, a pesar de que haya tramos donde se podría ir rápido, el hecho de tener que ir adelantando peregrinos hace que no se pueda coger velocidad ya que tampoco es cuestión de ir asustando a nuestros compañeros que hacen el Camino a pié y que ya de por si se suelen llevar buenos sustos cuando no se percatan de nuestra proximidad incluso yendo nosotros tres provistos de timbres. Hay que decir que no es fácil la convivencia de peregrinos y bicigrinos ya que si para nosotros ellos son un estorbo para ellos nosotros somos un incordio y un peligro. Nosotros hemos resuelto el problema circulando con tranquilidad ante la presencia de peregrinos, avisando con nuestros timbres y saludando efusivamente cuando les adelantamos. Si bien como decía, es cierto que hemos ocasionado más de un susto, y es que mucha gente va con música, y alguno también totalmente ensimismado, la reacción ha sido positiva en todo momento y son varios los grupos que nos han gritado después de pasar: "así con timbre da gusto" (aviso a navegantes).
León. Convento de San Marcos
Volviendo al recorrido, cuando nos disponemos a salir de León pasamos por el Convento de San Marcos, que por lo menos a mí me ha impresionado más que la propia Catedral, por su tamaño y porque no contaba con encontrarme semejante edificio.
A la salida de León, nuevamente por polígonos industriales, nos entra el apetito y aunque no son ni la una decidimos ir en busca de algún restaurante poligonero. Finalmente acabamos comiendo en el restaurante del Centro Comercial Leclerc. Cuando llegamos ni siquiera está abierto el restaurante pero las chicas que lo atienden, además de recibirnos estupendamente, aceleran los preparativos para que podamos comer enseguida. Antes de comer nos metemos unas cervezas reparadoras que nos sientan de miedo. Casi tan bien como la propia comida. 
La Virgen del Camino. Casas bodega
Después de la sentada comenzamos ruta pausadamente ya que al final la comilona ha sido mayor de lo que teníamos previsto y estamos con más ganas de tumbarnos a la sombra que de seguir ruta.
Al poco de abandonar León nos encontramos en La Virgen del Camino con estas curiosas construcciones que aunque parecen las casas de los Hobbits en realidad son antiguas bodegas.
Hospital de Órbigo. Puente y recinto de juegos medievales
Tras La Virgen del Camino mi intención era dar un rodeo por solitarias pistas agrícolas, atravesando poblaciones como Chozas de Abajo, Villar de Mazarife hasta Hospital de Órbigo para evitar tener que ir por la carretera pero nos pasamos el cruce sin advertirlo y hemos hecho el camino por el andadero paralelo a la N-120. 
Antes de entrar en Hopital de Órbigo te encuentras con su impresionante puente medieval. Junto al cauce también se halla el recinto para duelos medievales. Pensar toda la historia de la que ha sido testigo este puente hace que lo atravesemos lentamente, como no queriendo despertar al Caballero que de hacerlo nos retará en duelo al otro lado del puente. 
Astorga. Fachada de la Catedral

Astorga. Catedral
Lo que queda hasta Astorga para mí es un suplicio y se me hace interminable. A falta de apenas 10 Km para el final de la etapa comiendo a sentir unos fuertes pinchazos en el cuádriceps de la pierna derecha que hacen que avance muy despacio. 
Astorga. Palacio episcopal (Gaudí)
Algunos de estos pinchazos son tan fuertes que me hacen saltar de la bicicleta. Sólo voy bien cuesta abajo. Llaneando voy como buenamente puedo pero en cuanto empiezo a subir una cuesta por suave que sea enseguida tengo que echar pié a tierra. Me quiero consolar pensando que simplemente serán unos calambres y que mañana estaré recuperado pero el final de etapa ha sido una auténtica tortura. 
En Astorga nos hospedamos en el Albergue de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, antiguo Convento de las Siervas de Maria, ubicado junto a las murallas. 
Después de la reconfortante ducha a uno le da la sensación de que fuera otro día distinto. Vistas las instalaciones que disponemos  hacemos la colada y nos decidimos por ir a comprar algo y hacernos la cena en el mismo albergue, ya que además dispone de una terraza donde comer con unas vistas del entorno de Astorga desde sus mismas murallas.
La verdad que Astorga es una ciudad de gran belleza y mucha historia. Nos quedamos con las ganas de tener tiempo para conocer la ciudad a fondo aunque si tuvimos tiempo de darnos un paseo y tomarnos unas cervezas antes de ir a prepara la cena.
Hoy me voy a la cama realmente cansado y con la incertidumbre de si los pinchazos habrán sido algo pasajero o presagio de algo más grave... Mañana será otro día! Aunque tengamos de primer plato la subida a la Cruz de Hierro.